El 14 de
noviembre de 2007, cinco miembros del Centro de Zoología Fortean
abandonaron el Reino Unido hacia América del Sur, en una expedición
muy ambiciosa. Ellos buscaban en los pantanos y las selvas de la
Guyana a tres animales esquivos, desconocidos y posiblemente letales.
Los animales
que buscaban eran: Una
anaconda gigante, el Didi y el tigre de agua
Por lo que sabemos, esta era la primera expedición cryptozoologica en busca de evidencia de la existencia de estos tres animales.
Por lo que sabemos, esta era la primera expedición cryptozoologica en busca de evidencia de la existencia de estos tres animales.
Guyana es un
estado soberano en la costa norte de América del Sur. Para los
aventureros y buscadores de emociones y misterios, esta es una tierra
fascinante y llena de enigmas. Las zonas montañosas de la Guyana se
definen por su belleza, densas selvas, cascadas, cuevas profundas,
follaje exuberante y fauna muy variada. Pero, también se definen por
su rareza y profunda amenaza.
Las historias de hombres-bestias que conviven con nosotros es algo muy universal. América del Norte tiene al Bigfoot, las montañas del Cáucaso son el hogar del Almasty, Australia es el dominio del Yowie, el Himalaya es la guarida del hombre de las nieves, y China tiene un hombre-bestia al que llaman Yeren. Y luego está la versión propia de la Guyana: el Didi.
Las historias de hombres-bestias que conviven con nosotros es algo muy universal. América del Norte tiene al Bigfoot, las montañas del Cáucaso son el hogar del Almasty, Australia es el dominio del Yowie, el Himalaya es la guarida del hombre de las nieves, y China tiene un hombre-bestia al que llaman Yeren. Y luego está la versión propia de la Guyana: el Didi.
La
bestia de la Guyana es muy curiosa: su pelo se dice que es rojo,
aunque también hay testigos que dicen que seria mas oscuro y sus
dedos estarían coronados con unas garras de aspecto feroz. Los
monos, sin embargo, no poseen garras, lo que ha dado origen a la
teoría de que tal vez el Didi es una reliquia sobreviviente de un
perezoso gigante megaterio, que vivió en ciertas partes de América
del Sur hasta alrededor de 10.500 años atrás.
Cualquiera
que sea la verdadera naturaleza y el origen de la criatura, el equipo
del Centro de Zoología Fortean, consiguió alguna información
extraordinaria sobre este asunto. Se les dijo cómo, sólo dos o tres
años antes, una niña y un niño, ambos de entre alrededor de once o
doce años, que estaban dando un agradable paseo por la sabana
después de la jornada escolar, sufrieron de repente, una terrible
pesadilla de la que la comunidad nunca se recuperó.
Cerca de un
grupo de árboles cercanos, un gigante, peludo, corrió por el prado
en dirección a los niños que se quedaron petrificados. Agarró a la
niña aterrorizada y corriendo con ella a gran velocidad, se perdió
de vista, mientras el niño no paraba de gritar. La niña, por
desgracia, nunca más fue vista.
Los
anales de la criptozoología están llenos de estas historias, pero
es una sensación muy preocupante escuchar una historia como esta en
el siglo XXI.
El personal
del Centro de Zoología Fortean ( ZLC) se enteró del descubrimiento
de lo que parecían ser grandes piedras con una serie de grabados en
las montañas. Fue un descubrimiento que llevó a especular que tal
vez fueran creados por el Didi, en cuyo caso las criaturas pasarían
a ser consideradas algo más parecido a un hombre primitivo que un
tipo desconocido de mono.
Richard Freeman |
Richard
Freeman también se enteró de que, en la década de 1950, un hombre
que regresaba a su casa después de un día fructífero de caza, se
sorprendió al ver en un gran árbol un enorme ser cubierto de pelo,
aparentemente dormido en lo que parecía una hamaca construida a
partir de ramas cuidadosamente entrelazadas. El cazador asustado y
asombrado huyó temiendo por su vida.
A su
regreso a la aldea, sin embargo, el hombre de repente cayó
gravemente enfermo. Temiendo que el Didi le hubiese echado una
maldición mortal sobre él, fue rápidamente a consultar al chamán
local. Después de entrar en un estado de trance el chaman entró en
contacto directo psíquico con el Didi.
El Didi, le
dijo al chamán, que se trataba simplemente de un shock producido por
el miedo, y no una maldición, lo que había provocado el ataque
repentino de la enfermedad y que, en realidad, el Didi era una
criatura silenciosa que prefería vivir en paz y tranquilidad en las
montañas, lejos de las tensiones del día a día de la Raza Humana.
Otra
vez nos encontramos con un ser del que no tenemos ninguna prueba
gráfica, pero al igual que ocurre con el pies grande o el
yeti, es un ser que esta muy arraigado en el folclore de la zona. Tal
vez la única forma de saber la verdad sea visitar esa misteriosa
selva donde se escode esta mítica criatura y tal vez podamos por
fin, descubrir la verdad.
FUENTES:
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