radioactivity: HENRY LEE LUCAS Y OTTIS TOOLE

El equipo del infierno: el rey del sadismo y el General del Dolor. Los números hablan por sí mismos, o puede que no. Henry y Toole podrían ser el equipo más letal de asesinos en serie en los archivos policiales, o los mayores falsificadores de la historia del crimen. Nadie puede estar seguro de la cantidad de personas que murieron, confesaron mas de 600 asesinatos, de los que luego se retractaron.

Henry Lee Lucas

Henry en su juventud

Henry nace el 23 agosto 1936, fue llamado el "hombre más infame en el corredor de la muerte", en el momento de su muerte, fue recordado por las autoridades penitenciarias como "el mejor" trabajador con las máquinas de coser de la prisión. Con su muerte, la noche del 12 de marzo de 2001, Henry Lee Lucas se llevó a la tumba todo lo que había de verdad y de mentira en su vida como asesino.

Henry era un niño con el carnet de "futuro miembro del Club de asesinos en serie". Tenia ocho hermanos y hermanas que solían vivir en instituciones, con familiares y en hogares de acogida, se las arregló para quedarse en casa, donde fue maltratado y sufrió abusos por parte de sus padres. Henry tuvo una mala educación, estaba desnutrido, y fue obligados a ver a su madre prostituirse. Su padre un alcohólico, se suicidó después de que en varias veces fuera humillado por su abusiva esposa. Henry se ve obligado por su madre a ir a la escuela descalzo y vistiendo un vestido de niña y peinado con rulos. Como era de esperar, abandonó la escuela en el quinto grado y se mantuvo semianalfabeto por el resto de su vida.

Cuando era adolescente le gustaba el sexo con animales a los que mataba. Henry confesó años mas tarde que su primer asesinato lo cometió a la edad de 15 años, su victima fue una niña pequeña a la que mató y violó. Lucas pasó la mayor parte de su juventud entrando y saliendo de institutos correccionales hasta que el 11 de enero de 1960, cuando estaba borracho, Henry clavó un cuchillo en la espalda de su madre y procedió a la violación a su cadáver. Más tarde, al igual que en muchas otras ocasiones, se retractó de su acto de violación necrofilica.

Fue condenado a 40 años de cárcel por el asesinato de su madre y fue enviado a la Penitenciaría Estatal de Jackson en el sur de Michigan. Después de dos intentos de suicidio, Henry fue trasladado a una institución mental para criminales dementes, donde fue diagnosticado como un psicópata suicida, sádico y pervertido sexual.

Inexplicablemente fue liberado después de cumplir sólo 10 años. se casó con una amiga de su hermana que tenía dos hijas. Mientras su mujer trabajaba, él solía quedarse en casa con las niñas. Henry Lee violaba a las niñas de 9 y 8 años. Su matrimonio terminó cuando su esposa lo descubrió. Entonces se fue a vivir con su hermana Wanda, pero se marchó cuando ella lo acusó de abusar sexualmente de su hija pequeña.
Empezó a vagar con su coche por América y en Miami encontró al que iba a ser su inseparable amigo y amante, Ottis, un homosexual que no tenía nada que envidiar a Henry, era caníbal, piromano y asesino. Ottis también sufría de cierto retraso mental.

Ottis Toole

Ottis Elwood Toole nació el 5 de marzo de 1947, Ottis tenía un pasado bastante complejo, su padre abandonó a su familia cuando Toole era joven, su madre era una fanática religiosa, y su hermana Drusilla lo vestía con ropas femeninas, también mantenía relaciones sexuales con su hermana, que duraron hasta que ésta ingresó en un reformatorio. Toole afirmó que su abuela practicaba el satanismo y le expuso a varios rituales en su juventud. Mantuvo relaciones con un vecino homosexual, combinando sus aficiones sexuales con las de pirómano. Incendiaba una casa y cuando esta ardía, Ottis se masturbaba contemplando el espectáculo. A los 13 años, ofrecía felaciones a los borrachos de su barrio. Se escapaba repetidamente de su casa.

Toole confesó haber cometido su primer asesinato a la edad de 14 años, a raíz de recibir una propuesta sexual por parte de un vendedor ambulante, lo arrolló con su propio automóvil. Toole fue detenido como adulto por primera vez en 1964, bajo el cargo de vagabundo sospechoso. Cometió varios robos y entró y salió varias veces de la cárcel. A pesar de ello, Ottis tenía responsabilidades, por el día trabajaba, mientras que por la noche se dedicaba a sus aficiones pirómanas o a sus deseos sexuales.
Henry y Ottis Toole

La autopista I-35, se convirtió en su particular coto de caza privado. Viajaban en destartalados coches, nunca se lavaban ni se cambiaban de ropa. A pesar de su mal aspecto y su mal olor eran simpáticos y se ganaban la confianza de la gente, después le mostraban el otro lado de su oscura personalidad, matando, abusando sexualmente y descuartizando a sus victimas. Solían descuartizar los cadáveres y repartir los miembros por todo el país, lo que hizo muy difícil a las autoridades la reconstrucción de los casos.
A Henry le gustaba asesinar a mujeres, primero fornicaba con ellas, las mataba y las volvía a penetrar, pues disfrutaba más con un cadáver que con un ser vivo. Ottis, por su parte, prefería hombres, obtenía placer sexual y luego los mataba a tiros. No le gustaban los cuchillos, y disfrutaba con la sensación de "cowboy" después de matar a alguien de un disparo.
Henry y Ottis en la ocasión que más disfrutaron fue cuando quemaron una casa con un anciano dentro. Contemplaron desde la calle cómo el anciano pedía ayuda por la ventana y moría abrasado, y Ottis culminó la experiencia masturbándose allí mismo.

Becky Powell

A principios de los 80 entró en escena la sobrina de Ottis, Becky Powell que tenía 15 años, pero aparentaba 10 años. Becky empezó a acompañarles en sus viajes. Con ella innovaron en sus técnicas, Becky llamaba a las puertas de las casas, esperar a que abriesen y entonces entraban todos en manada. Becky y Henry, se convirtieron en pareja, y la relación trajo problemas en la amistad entre Henry y Ottis.
Becky y Henry empezaron a trabajar cuidando a una anciana, Kate Rich, con quien estuvieron varios meses hasta que Henry decidió reemprender el camino de nuevo, Becky sintió nostalgia de su hogar, y pidió a Henry que la dejase ir a Florida a ver a su familia.
La idea no gustó a Henry, pero finalmente acabó cediendo. Iniciaron el viaje en auto-stop hasta que tuvieron una discusión en medio de la autopista. Henry zanjó el asunto clavándole un cuchillo en el corazón, y seguidamente fornicó con el cadáver y luego comentaría que “fue el mejor polvo con Becky”. Después de violarla post-mortem, le desmembró, dejó sus restos esparcidos sobre un campo. Después fue a ver a Kate Rich y acuchilló a la anciana sin ningún motivo.
Arresto

Lucas fue arrestado el 15 de junio de 1983, por un cargo de armas menores. En cuestión de días, confesó el asesinato de Kate Rich de 82 años de edad. Luego confesó haber asesinado y desmembrando Becky y los detectives lo llevaron al campo donde dejó su cuerpo. Durante el juicio confesó haber mantenido relaciones sexuales con ella después de su muerte: "Tuve relaciones sexuales, relaciones sexuales con ella, es una de esas cosas que supongo que tiene que ser parte de mi vida, tener relaciones sexuales con los muertos.".

Zona donde estaba el cuerpo de Becky Powell

Ottis también fue arrestado por pirómano, y confesó haber acompañado a Henry en muchas de sus matanzas.

Henry después de ser condenado a cadena perpetua, felicitó al fiscal por un trabajo bien hecho y siguió confesando un total de 600 asesinatos en los Estados Unidos.

Según su confesión, Henry afirmó que él y Toole recogían a la mayoría de sus víctimas a lo largo de las carreteras interestatales: "a casi todo el mundo que recojiamos, matábamos. Esa es la manera que siempre funcionaba.". Toole, quien en ese momento estaba encarcelado en Florida, confirmó muchas de las afirmaciones, añadiendo sus propios detalles. Según Ottis cogieron muchas más autoestopistas cuando llevaban un vestido. No es sorprendente que la confesión se convirtió en una extraña morbosidad con episodios de necrofilia, mutilación y canibalismo.

Muchos estados vieron la posibilidad de resolver sus casos abiertos durante años, Lucas recorrió el país como una celebridad en busca de las evidencias de sus obras para los departamentos de policía. En 1985, el diario Dallas Times-Herald, el periodista Hugh Aynesworth, publico que su reinado del terror era un engaño y que los detectives alimentan a los asesinos en detalles de los crímenes. Henry y Ottis confesaron una enorme cantidad de asesinatos en 26 estados. Henry incluso afirmó haber llevado el veneno a la Guyana como un favor a su amigo Jim Jones.

Muchos investigadores aún creen que Henry Lucas fue el responsable de entre tres y doce asesinatos y que la policía fue responsable de alimentarles con información sobre los casos sin resolver y de las confesiones obtenidas mediante coacción. El experto en Serial killer Robert Ressler cree que Henry podría ser responsable de tan sólo cinco asesinatos. La verdad probablemente se encuentra en algún punto intermedio.

¿Secta satánica?

Además de la crueldad de sus crímenes, los dos personajes confesaron un hecho muy inquietante: Ottis asegura que tuvieron relación con una secta satánica, para la cual los dos asesinos secuestrarían niños, con los cuales se llevarían a cabo sacrificios rituales, pornografía dura e incluso películas snuff, en las cuales se torturaba a la víctima y se la mataba lentamente mientras una cámara grababa las escenas en un plano fijo. Según unas declaraciones de Toole:
“Hubo una época en que ganábamos dinero vendiendo niños a México, que empleaban para películas porno... otros los vendían directamente a gente rica... teníamos una especie de altar y les rajábamos la garganta, bebíamos la sangre y a veces cocíamos los cadáveres... a veces los nuevos miembros cortaban los cuerpos antes de follárselos... y después follaban a los animales y los mataban... y después había una gran fiesta durante la cual comíamos a alguien y a los animales...”. Este asunto presenta gran cantidad de dudas, pues la policía nunca pudo probar la existencia de este grupo de satanistas como estructura organizada.

Condena

Ottis fue diagnosticado como esquizofrénico paranoide y su condena a muerte fue conmutada por la de seis cadenas perpetuas consecutivas. Ottis también dijo haber matado al niño de 6 años de edad, Adam Walsh, cuya desaparición en 1.981 en un centro comercial desató una cacería humana a nivel nacional y puso en marcha la carrera en la televisión de su padre, John Walsh, como el creador y anfitrión de la serie de televisión de la Fox "Los más buscados de América".
El 15 de septiembre de 1996, Ottis murió en el hospital de la prisión de insuficiencia hepática.

El 31 de marzo de 1998, el Juez de Distrito del Estado de Texas John Carter fijó el 30 de junio como la fecha de ejecución de Henry Lee para el asesinato en 1979 de una mujer no identificada que hacia auto-stop, conocida por la policía como "Calcetines Naranja". La víctima se llamaba así porque los calcetines eran todo lo que llevaba puesto cuando su cuerpo fue encontrado en una zanja junto a la Interestatal 35 cerca de Georgetown, al norte de Austin.

Retrato robot de calcetines naranja

El 27 de junio de 1998, el entonces gobernador George W. Bush perdonó la vida a Henry a causa de la abrumadora evidencia que demostraba que el vagabundo no estaba en Texas, cuando "Calcetines Naranja" fue asesinada. Aunque Lucas confeso cuatro veces el crimen, registros de trabajo y un sueldo cobrado indicaron que estaba trabajando como techador en Florida en el momento del asesinato.

Además de la cadena perpetua por el asesinato de Calcetines Naranja, Lucas estaba cumpliendo otras cinco cadenas perpetuas y 210 años de prisión por otros tres asesinatos.

Henry pasó los últimos 18 años de su vida haciendo uniformes de guardias. Según el personal de la prisión, fue preso modelo y un as en las máquinas de coser. Henry murió la noche del 12 de marzo de 2001 en la enfermería de la prisión de Huntsville. Fue declarado muerto por causas naturales, las autoridades dijeron que seria enterrado en el cementerio de los presos si los familiares no reclamaban su cuerpo. Tenía 64 años al momento de su muerte.