El Silbón
es descrito como un alma en pena, un legendario personaje de
Venezuela. La leyenda del Silbón surgió a mediados del siglo XIX,
en las llanuras de Guanarito, un municipio del estado La Portuguesa,
dentro de Venezuela. Después la leyenda migró a los llanos de
Cojedes y Barinas y hoy en día también es posible escucharlas en
ciertas zonas de la llanura colombiana.
¿Que hay de
realidad en esta historia?. En todas las culturas, da lo mismo del
país que sean, siempre hemos escuchado historias de personas que
cuando fallecen vuelven a su hogar y se quedan allí atormentados o
atormentando a las personas que allí viven.
¿Cuántas
veces hemos escuchado a nuestros familiares contarnos alguna historia
de aparecidos que vuelven del mas allá para cobrarse alguna deuda o
vagar por la tierra como una forma de castigo que tienen que sufrir?.
En Venezuela,
existe la leyenda de un espectro maldito por matar a su padre,
deambula por la llanura desde muy antiguos en busca de sus victimas.
Mientras deambula suele emitir un silbido y escucharlo es sinónimo
de muerte y desgracia, por eso le llaman “El Silbón”. Muchos son
los habitantes de los llanos que cuentan haberlo visto, el Silbón
vaga hambriento de muerte, sus victimas preferidas son los borrachos
y mujeriegos, aunque no hace ascos a nadie y también ataca a simples
campesinos inocentes. Se cuenta que a los borrachos les succiona a
través de el ombligo el aguardiente que ellos ingirieron y que a
los mujeriegos los despedaza y les quita los huesos, para después
meterlos en un saco donde guarda los restos de su padre.
Muchos
piensan que escuchar su silbido es presagio de la propia muerte, que
puede oírsele a cualquier hora y en cualquier lugar. La creencia
popular cuenta de que su silbido se suceden en ciclos de do, re, mi,
fa, sol, la, sí y que si se escuchan cercanos es cuando no hay
peligro y cuando se escuchan lejanos es cuando sí lo hay, pues
cuanto más lejanos suenan más cerca está.
Cuentan que,
en ciertas noches, El Silbón puede aparecerse cerca de una casa,
dejando en el suelo un saco de huesos que suele portar y empieza a
contar los huesos uno a uno. Si una o más personas lo escuchan, no
pasará nada; si nadie lo escucha, al amanecer un miembro de la
familia habrá muerto.
¿Pero quien
era El Silbón?, se cuentan que un hijo encontró a su padre
golpeando a la mujer del joven, pero generalmente se cuenta que la
violó y que, cuando su hijo lo encontró cometiendo el crimen, el
padre se justificó diciendo: “lo hice porque es una regalada
(mujer fácil)”. Entonces padre e hijo comenzaron a pelearse, el
joven golpeó a su padre con un palo y lo asfixio con éste (que
yacía en el suelo tras el golpe), apretándolo con ferocidad hasta
que dejó de respirar…
El abuelo, que
había escuchado toda la pelea, pues se encontraba cerca, fue
corriendo a ver qué pasaba y se encontró con el atroz parricidio.
Conmocionado, juró que castigaría al joven, quien siendo de su
propia carne y sangre, osó dar muerte a quien le transmitió la
vida…
Así, poco
tiempo después se encargó de que el homicida fuese atado, dándole
entonces una lluvia de latigazos. “Eso no se le hace a su
padre…¡Maldito eres pa toa la vida”, le dijo antes de frotarle
ají en las heridas y echarle al perro Tureco para que lo
persiguiera. Según la leyenda, el espíritu del perro le perseguirá
hasta el fin de los tiempos…
Otra versión
cuenta que El Silbón era un joven caprichoso y consentido,
acostumbrado desde niño a ser complacido en casi todo. Un día, al
Silbón se le antojó comer asadura de venado (hecha con el hígado,
el corazón y el pulmón del animal); su padre inmediatamente salió
de cacería a buscarle un venado…
Pero he aquí que el padre tuvo una
mala jornada de cacería y, tras regresar con las manos vacías, se
encontró con la cólera de su hijo, el cual se descontroló y
terminó matándolo y sacándole las partes necesarias para hacer la
asadura.
Después le entregó las partes a la
madre, quien no sabía nada del asesinato; ésta acabó por darse
cuenta de que las partes para la asadura no se ablandaban como de
costumbre, sospechó de su hijo y avisó al abuelo.
Tras
descubrir el crimen, el joven fue maldecido por su abuelo y su
hermano (según algunos, también por la madre), quienes lo ataron,
le pelaron la espalda a latigazos, le frotaron ají en las heridas,
lo echaron con violencia de la casa y le soltaron al perro Tureco
para que lo persiga.
Esta versión
tiene una variante que seria la siguiente, dicen que El Silbón era
un muchacho mimado, un joven que había crecido con tales excesos de
libertad que, en su adolescencia, se fue de casa simplemente porque
le apetecía “ver mundo” y hacer “lo que le diera la gana”.
Fuera de casa, El Silbón llevó una
vida libertina en la que las fiestas, los excesos de alcohol y el
sexo desenfrenado y promiscuo estaban a la orden del día. Como era
violento, cuentan que mató a varias personas y que por ello estuvo
muchas veces en prisión (no se sabe cómo salía tan rápido). Pero
finalmente El Silbón se cansó de todos los golpes y maltratos que
le costaban los excesos de su vida pendenciera y libertina, por lo
cual un buen día volvió al rancho de sus padres y allí, pese a
todas sus atroces proezas, fue recibido con alegría y afecto.
Ya pasados algunos
días, El Silbón invitó a su padre de cacería; y, cuando estaban
algo adentrados en el bosque después de que el muchacho guiara al
padre por un buen rato, encontraron un árbol delgado y torcido que
les obstaculizaba el paso. Surgió entonces el siguiente diálogo
entre el hijo y su padre:
Papá, ¿por qué no enderezas ese
palo? está atravesado en el camino. ¿Por qué no lo enderezas?”
¡Ay, hijo!, ese ya no se puede
enderezar, debía hacerse cuando estaba tierno, cuando estaba
chiquito, ya está muy formado y crecido, ya no se puede.
¡Ah! Si usted sabía que las cosas
torcidas se enderezan cuando están pequeñas: ¡¿por qué entonces
no me enderezó cuando podía, cuando estaba a tiempo?! Usted me dejó
crecer malo, torcido y caprichoso… No sabe cuánto he sufrido por
eso. He tenido que matar tanta gente y sufrir tantos golpes para
estar vivo ahora…
Llegado el momento, el hijo le confesó
al padre que pensaba matarlo, que tenía que vengarse por todo lo que
había sufrido por culpa de él. Así y sin darle tiempo de huir, lo
agarró del cuello, lo apuñaló y le sacó las partes (hígado,
corazón y pulmón) con que se hace el asado. Después dejó el
cuerpo tirado y fue a casa con las partes de su padre para que la
madre hiciera un asado…
No obstante
la madre se dio cuenta del crimen, entró en ira, lo maldijo y, junto
al hermano y el abuelo, lo ataron, le arrancaron la piel de la
espalda a latigazos, le frotaron ají, lo exiliaron para siempre de
la casa y mandaron al perro Tureco para que lo persiga, lanzándole
la maldición de que sería errante y no tendría descanso pues oiría
los ladridos del perro cada vez que se detuviera a descansar…
Hay mas
versiones pero estas tres ya nos valen para indicarnos cosas en común
entre ellas, El Silbón es un personaje que sufre un trauma ya sea en
forma de violación de su mujer o en forma de una vida libertina que
le acarrea problemas y desgracias. Que la figura de su padre es la
culpable de sus males, ya sea como violador o como la persona que no
supo educarlo, lo que le acarreo una desgraciada vida. El Silbón se
toma la justicia por su mano matando a su padre al que cree culpable
de sus males, y para finalizar es su propia familia quien lo castiga,
primero físicamente y después lo maldice por toda la eternidad.
Dicen que
para salvarse, hay que recordarle Al Silbón palabra por palabra cómo
fue que obtuvo esa maldición, de lo contrario no verás más la luz
del día. Es por ello que si algún día van a Venezuela, se lo
piensen mucho antes de ingerir grandes cantidades de alcohol, porque
cuando menos te lo esperes, escucharás un silbido ligero,
anunciándote que el Silbón está justo detrás de ti, y ruega
porque te acuerdes de lo que le pasó al joven, porque de lo
contrario, ninguna plegaria te salvará.
Dedicado a
Mery Duque, una amiga de Venezuela que fue quien me enseño esta
leyenda, gracias.
FUENTES:
http://elblogterrorifico.blogspot.com.es
YO TENGO ESE TEMA GRABADO EN UN CD DE MISICA COMPLETO
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